(cereales, trigo, centeno, cebada, avena, farro, kamut, incluidos los híbridos y sus derivados)

(tanto marinos como de agua dulce: gambas, cigalas, langostas, cangrejos, cangrejos ermitaños y similares)

(todos los productos elaborados con huevos, incluso en una pequeña parte. Entre los más comunes: mayonesa, tortilla, emulsionantes, pasta al huevo, galletas y tartas incluso saladas, helados y cremas, etc.)

(incluidos los derivados, es decir, todos los productos alimenticios que están compuestos por pescado, incluso en pequeños porcentajes)

(aperitivos envasados, cremas y condimentos en los que también hay en pequeñas dosis)

(leche, tofu, spaghetti, etc.)

(yogur, galletas y tartas, helados y cremas diversas. Cualquier producto en el que se utilice leche)

(todos los productos, incluidos: almendras, avellanas, nueces, anacardos, pecanas y nueces de Brasil y de Queensland, pistachos)

(presente en trozos pero también en preparados para sopa, salsas y concentrados de verduras)

(puede encontrarse en salsas y condimentos, especialmente en la mostaza)

(además de las semillas enteras utilizadas en el pan, se pueden encontrar trazas en algunos tipos de harina)

(utilizados como conservantes, podemos encontrarlos en: productos de pescado en conserva, en alimentos encurtidos, en aceite y en salmuera, en mermeladas, vinagre, setas secas y en refrescos y zumos de frutas)

(ahora presente en muchos alimentos veganos, en forma de asados, embutidos, harinas y similares que tienen como base esta legumbre rica en proteínas)

(zamburiña, navaja, vieira, berberechos, dátil de mar, almejón de sangre, garagulum, caracol, mejillón, múrice, ostra, lapa, escupiña grabada, tellina y almeja, etc.)